A veces uno se levanta un día haciéndose algunas preguntas,
las sonrisas se tiñen de velos negros que caen sobre la sien
los motores que impulsan el pasar la mano por lo ojos
se encuentran detenidos, atontados... sin querer un tal vez

Porque hay días así, días en que la felicidad es seguida de la tristeza
en que se invocan un deseo y se obtiene un silencio
que le pasa a mi tacto que pierde la paciencia
o mejor dicho por más que la invoca no la gana, ni la tienta

Los pensamientos quedan errantes, indispuestos, tercos...
los puntos suspensivos hoy me dan frio, que incosistencia
cuando un día soleado cae de imprevisto, sin sorpresa!!
y sin temores los dedos escriben, se tornan respuestas...

A veces los silencios gritan...

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